Sciences sociales el humaines
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lO ACTUAl EN lO INTEMPORAl DE LA BUCOllCA :FORNER
EIRIARTE ANTE LAS ÉGlOGAS DE 1180
TANHOSSOU-AKIBODE S. SONAYON
Université de Lomé
' Résum ê :
q ue fuera de
Àvila ; para el
mos responder a estas preguntas
segundo, una Égloga de entre 500
mas ade lante. Lo eviden te es,
Le genre pastoral, l'UII Iles
y 600 versos bajo el lema "Elo -
como subrayaba Pa lacios, que
plus anciens dan la littérnture an-
gio de la vida campest re" (Cota-
haya un deseo explicito por dar
tique ,. il dé igne la composition
relo 2 19). El anuncio dei concur-
nuevo vigor a los géneros ela-
poétique qui üécrit la
vie, les
so aparece en la Gace ta dei 20 de
sicos (a ntig uos y renacentistas),
mœurs, les divers sentiments des
estimul ando la co rnposic iô n de
bergers
jun io y establece como plazo de
tout ce qui est eu rapport
avec la campagne. Ce gellre clas-
presentaci ôn hasta el 3 1 de enero
semeja ntes obras.
ique, en vogue aussi pendant la
dei afio siguiente. Lo primero que
La reaccion de los mas afa-
Renulssuuce, conti-nue 011 chemin
uno puede preguntarse es (, por
mados vates de la época y de los
jusqu '11I1
ilècte Iles lumières, ail
qué, a estas alturas dei siglo die-
no tan afamados muestra que la
point d'occuper une place lmpor-
ciocho, una égloga ? L àzaro Car-
propuesta de la Academia cafa en
tante dam lu littérature espagnole.
reter seüalo que revela "una exal-
un ambiente tremendamente re-
Notre étude est une alla/y e
taci6n estética de nues tro siglo
ceptivo y favorable para tales gé-
du gellre pa tornl à partir de deux
XVI" (XIIl), aunque también la
neros y temas. Que una figura dei
créations poétique
récompensées
ha relacionado con e l modelo
mundo cultur al rnadr ilefio como
différemment par la Real Academùs
Espnûola. 1.0 première «Batilo» de

arc àdico ital iano (XV), en tanto
Tomas de Iriarte decida participar
meléndez Valdés est conte ttée par
que Palacios ha apuntado que
en el concurso aunque con dis-
Iriarte. auteur de lu deuxième créa-
" [n]o es de extrafiar que el nuevo
creto seud6nimo es prueba con-
tlou poétique : (da felicidad de la
espiritu neocl àsico dei siglo XVIIl
cluyente. Que deI nùcleo saiman-
vida en el campo», 1/ se dégng« de
vue lva su vista a los antig uos
tino surja la voz de Meléndez, fi-
s'es œuvres une vol lité d'introduire
temas c l àsicos que cul tivara e l
gura de la nueva generaci ôn para
'Ille nouvelle dlmen ion contempo-
maestro Virgilio 0 nuestro rena-
competir y presentarse por prime-
ruine dUII'" le genre el le thème
centista Garc ilaso" recor dando
ra vez en el esce nario nacional,
proposés. malgré le développement
que otros temas establecidos por
todavia mas.
avancé du néoclasslclsme.
la Acade mia habfan sido " Las
La Junta de la Academia cele-
naves de Co rtés dest ruidas" 0
brada e l 18 de marzo de 1780, y
"La toma de Granada." Podri a-
cuyo resultado se publicaria en la
mos afiadir que la "S àtira contra
Gaceta dei 28 de i mismo mes,
Mots clefs
los vicios introducidos en el len-
de cidié declarar desierto el pre-
Genre pastoral , Renai ssance espa-
guaje castellano" se incluye en
mio de retorica y conceder el pri-
gnole, Batilo, Vida en el campo.
ese objetivo académico de restau-
mer premio dei de poesia a la
rar los géne ros poéticos de rai-
Églog a " Bati!o," de Melé ndez
gambre cl àsica. Pero (, es so lo la
Valdés, y el accésit a la titulada
conti nuidad dei neoc las icismo
"L a felic idad de la vida en el
El 12 de juni o de 1779 la Real
que a fines de los setenta ya no es
campo" de Iriarte. Es posible que
Academia Espafiola decide con-
nuevo 10 que subyace a la con-
ambos poemas hubieran quedado
vocar el concurso anua l de ret ô-
vocatoria dei concurso que nos
medio sepultados en el conjunto
rica y poesia. Para el primero,
ocupa ? (, 0 hay alguna dimen-
de la produccion de sus autores si
propone un Elogio de D. Alonso
sion contempor ànea en el género
Iriarte -
ofendido tal vez en su
de Madrigal, el Tostado, ob ispo
y el tema propuestos ? 1ntentare-
arnor propio, en su concienc ia de
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Rev. CAM ES - Série B. vol. 03 - W 002, 200 1

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poeta a en su posici on p ùblica-
tido, es cierto la que afirma Na-
nerse q ue la que pretende la co n-
no se hubiera senti do o bligado a
varra Gonza lez a l decir que las
voca toria es ceûir e l tema sobre
escribir y difundir ("d es copies
Rejlexi on es de Iriarte son "una de
e l q ue de ben co nversar a ca ntal'
commencent à circuler dès le
las mas interesantes muestras de
los pastores, es decir, e limina r
mois d'avril" [Lapez 26]) unas
cri tica literari a que sobre una
la probl ernati ca amo rosa co rno
R ejlexiones sobre la égl og a inti -
obra con tempora nea nos ha que-
preocu pac iô n f unda me nta l para
tl/Ioda 'Batilo " para paner en tela
dada dei s iglo XV III espafio! "
o bliga rles a limit arse a disc urrir
de juicio la deci sion de la Rea l
(XXX II) ; la mismo que es indis-
so bre las virt udes de la vida e n el
Academia, atacand o la obra pre-
cutib le la opi nion de Lazare Car-
ca mpo . Veremo s que, en gran
m iada y de fendiend o, bien q ue
reter c uando co nc luye s u lntro-
medida, las d iscrepancias en tre
en breve espacio y con poco
duccion diciendo q ue el Co tejo
Ir ia rte y Forn er tendran como
est ruendoso apas iona miento, la
forneriano c uenta " co ma uno
punto de partida los términos en
propia . Porq ue dichas Reflex iones
de los mas interesantes ca pitulas
q ue se real iza la convo ca toria.
lanzaron a la palestra a l ca mpeô n
de la es tética ilustrada es pa üola"
Basta recordar q ue todavia Co-
de Meléndez y en co nsec uencia ,
(XXX IX). Siendo asi, result a sor-
tar el o se üa laba, para j ustifica r
adve rsario en este lance de Iriar-
prende nte q ue, aparte las paginas
parte de la crftica de Iriarte, que
te, Juan Pabl o Forn er -
otro
introd uctor ias de Làzaro Carre ter,
la égloga de Meléndez "e s mas
miembro de la nue va gene ra-
nad ie haya e ntrado a reflexionar
bien un paneglrico de la vida p as -
cion - , qu ien esc ribiria s u Co le -
sobre donde radi ca e l interés de
tor il que de la vida de i c a m p o ,
)0 de las ég logas que ha premia-
ambos textos, y menas aù n a re-
pues no dice una palabra de al-
do la Real Academia de la Len -
lacionar ese inrerés co n el de las
gunas faenas y ocupaciones rura-
gl/a, y " ne l 'a communi qué qu ' à
églogas q ue les di eron origen.
les, ca mo, pOl' ejemp lo, la ag ri-
que lques personnes de son entou -
Ésa es nues tra intenciôn en las
cultura" (223), recog iendo 10 q ue
rage" (Lapez 261). Las razon es
paginas que siguen.
el mism o Iria rte hab la afirmado
que empujaron a Forner a salir en
en sus Refl ex ion es. l., Q ué de ex-
de fensa de "Batilo" han enc on-
Do s CO NC EPCI ON ES EN-
tr afic tien e, por tante , qu e esa
trado en Lapez (261- 4) una ex-
FR FYL\\ DAS DE L I f~G L O -
arnbigü edad estuviera en e l or i-
plicac iôn convin cen te, sit uàndo -
C A
ge n de la polémica , la mismo q ue
las en el contexto de sus relacio-
10 est uvo en e l di sefio y cornpo -
nes co n Pique r, Mayans y los de
Tai vez sirva co ma punta de
sic ion de las églogas presentadas
Iriarte. El mismo Forner se ex-
partida la q ue puede interp re-
a conc urso ?
plicaria as i: " A fi n de reprimirle
ta rse, bien coma arnb ig üedad de
En efecto, la interpreta ciô n
un poco a Iriarte y mani festar le
la co nvoca toria bien coma inten-
de i se ntido de la co nvocatoria
que, siendo la Poét ica e l arte de
ta explicita de limitar e l a lcance
mism a es e l pivo te en torn o a l
que mas se gloria, ni aun sabe la
de la misma. AI pedi r una ég loga
que gir an las Rejlex ion es iriar-
que es Égloga, esc ribi un ana lisis
es de suponer que los académicos
tianas. ASI , no so lo afir ma 10 q ue
de la suya y de la premiada" (cit.
tienen una idea mas a menas cla-
Co ta relo cit aria mas tarde, sino
Lazare Carreter XXI) . La pel é-
ra de en qué consiste e l género ; y
q ue abund a en el mismo sent ido a
mica es taba servida, y la perdu -
l., qué ot ro co ncepto podian tener
la largo de su texte , cr iticando,
rac ion de ambas comp osiciones,
s ino e l ex presa do pOl' Luz àn 0,
por ejemp lo, e l que Meléndez " ha
vinculad a para siem pre a elernen-
mas reciente mente, por Burrie l ?
cons iderado la vida pastoril coma
tas ex tra-poéticos. Extra-poéticos
AI propone r co ma tema el "elo-
compendio de la vida de i campo"
no quie re decir carentes de in-
g io de la vid a campestre" es
(17) , y, mas ade lante, a l ca ntal' y
terés para la poesia, puesto qu e
cuando surgen las dudas. Si coma
casi burl arse de la can tidad de
uno de los aspectas mas apasio-
idea de ég loga se entiende el que
veces que Meléndez utiliza voces
nantes dei enfrentamiento es pre-
los protago nistas han de sel' pas-
como yerba, pace r, gra ma, g ana-
cisamente el modo en que ambos
tores a vaqueros, e l e logio de la
do, r ebaîio , pastorear, escribe :
-
Iriarte y Forner -
tienen que
vida campes tre puede verse ca mo
" Dif c il sera encontrar en toda la
expo ner co n mayor a mener de-
una ambigüedad 0 como una con-
poes ia caste llana ég loga que mas
teni mient o s u conc epc iôn de la
tradicciôn , ya q ue deja ab iertas
j usta mente merezca e l nombre de
que es la ég loga para ju stificar as!
las puerta s a otro tipo de per-
pastoril' (42) . En su intenta por
s us j uicios antagô nicos sob re los
sonaj es q ue ha bita n 0 pueden
censura r la ég loga " Ba rilo" y
di ferentes poemas. En ese sen-
habitar e l cam po; a puede supo-
de fen de r la s uya, Iriarte se ve
Rev. CAM ES - Série 13 . vo l. 03 - W 002 , 2001
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Sciences sociales el humaines
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impelido a exponer qué entiende
Las frases finales pretenden
cepto muy diferente y mas am-
él por égloga y qué, mas en con-
c1aramente dar una version uni -
plio que el de vida pastoril, con
ereto, por vida deI campo. Con
voca e indiscutible al sentido de
protagonistas que no forzosamen-
esa intenciôn, y no sin cierta iro-
la convocatoria para, de ese mo-
te debian ser pastores, comenta
nia, escribe :
do, justificar los aspectos cen-
sabre su propio poema :
trales de su critica. Puesto que si
Seria haccr notable injuslicia a la
Si hubiera creido aquel 00c1O cuerpo
se acepta su vision dei campo y
Real Aeademia Espaâola suponer que no
que esta segunda cornposiciôn premiada
su vinculaciôn con la égloga, es
acerté a expliear bien sus iruencioncs en
no mcrecia nombre de égloga por no ser
la misma Icngua cuya propiedad y
lôgico echar de menos en el
precisamcnte bucôlica, y que como ta!
delieadezas cstudia y enseüa ; porque si
poema de Meléndez las mieses y
cra poesia de género diverso dei que
aquel sabio cuerpo hubicse querido pedir
habia propuesto para el concurso de
las vinas, la pesca y la figura deI
solamente un elogio de la vida pastoril,
premios, lejos de habcrla mandado
cultivador, es decir, deI labrador.
ya sea cual ella realrnentc es en si,
imprimir con el titulo de égloga la
0 ya
cual nos la pintan casi todos los poclas
Debido a esa coherencia, Pala-
hubicra excluido desde luego... antes
con màs ingcnio que verdad, hubicra
cios no duda en afirmar, siguien-
bien dcbiô de conceptuar que cumplia a
muy bien sabido proponer por asunto la
do a Iriarte, que " 'Batilo' no es
10 mcnos con la primera condici6n
vida pastoril, y no la vida dei campo.
preserita de ser verdadera égloga. (64-7)
en modo alguno la su ma dei es-
(17)
piritu ilustrado: sabra la ficciôn
Aqui lIegamos al meollo de la
A partir de esa matizaciôn,
pastori1 y faltan los aldeanos ra-
cuestiôn : "ser verdadera égloga"
que conlleva una determinada e
cionales y reales en su verdadero
o no serlo ; responder a los cri-
intencionada lectura de los tér-
contexto" (5 7). Siguiendo su pro-
terios de la convocatoria 0 no res-
minos de la convocatoria, prosi-
pia lôgica, para Iriarte los prota-
ponder. Es evidente que la opi-
gue explicando 10 que para él
gonistas dei género no pueden -
nion de Iriarte tiene en cuenta un
diferencia el campo de 10 pas-
o no deben -
seguir siendo los
hecho formai decisivo: la Acade-
toril:
pastores, sino que otros habitan-
mia la ha premiado como tal, 0
La agricultura con todos sus
tes dei campo, mas esforzados,
sea que 10 es . Luego si su poema
ramas es parte principal de la
utiles y productivos, tienen pleno
es égloga y el concepto de campo
vida dei campo que, omitiendo
derecho a ocupar ese lugar. En un
que él sostiene es adecuado -
es
aquélla, no puede decirse que
momento de rapto dialéctico,
decir, comprobable en la realidad
queda elogiada ésta.
lIega a afirmar "cuân limitada-
misma de las cosas - , no puede
El campo respecto al que nace
mente trazô el autor de la égloga
entenderse cômo le han dado el
y vive en él cultivàndolo por si 0
la pintura dei pais que se le pi-
premio a Me lé ndez ni por qué a
manteniendo gentes que 10 culti-
dio" (20). Pero, se pregunta uno,
él le han dado solo el accésit
ven ; el campo respecto al que se
i. acaso se habla pedido una pin-
En relaciôn con esos elc men-
retira a habitarlo para contemplar
tura deI pais?
tos, aparece otro criterio soste-
alli los portentos de la sencilla
Sobre el mismo tema vuelve
nido por Iriarte con vehemencia
naturaleza lejos dei bullicio de
en su Conclusion. Tras decir que
tanto en el piano teôrico co mo en
las grandes poblaciones ; el cam-
"son contados los poetas que han
su composiciôn poética : el prin-
po respecta de los bienes reales
esc rito sobre las verdaderas ven-
cipio horaciano de la neces idad
que de él se sacan para el uso de
tajas de la que con propiedad de-
de uni r Jo dcleita b le con 10 ûtil,
la vida humana ; el campo consi-
be lIamarse vida dei campo" (63),
porque
el fin general de la ver-
derado como origen de la feli-
sostiene -
tomando su interpre-
dade ra poes ia no es ùnicame nte
cidad de los estados ; el campo,
taciôn por la realidad -
que ése
dcl ei ta r, s ino también instruir, y
en fin, cuyo cultivo es obligaciôn
cs el tema "que la Real Academia
el poeta q ue trata de la v ida deI
impuesta al hombre por su Crea-
propuso, y el que parecia digno
ca m po no tie ne privilegio espe-
dor desde los principios deI mun-
de que se ejereitasen los ingenios
cia l para presci nd ir de 10 ûtil con-
do, éste es el campo que debia
espafioles, pues sobre la vida
tentà ndose sol o con 10 agradable"
mirarse como ùnico objeto de la
campestre podian decir cosas, si
(20). De ah. que se ext ienda en
alabanza que pidiô la Real Aca-
no enteramente nuevas en
la
uno de los ap arta dos de sus Re -
demia Espaüola en té rm inos que
substancia, nuevas a 10 menos en
flexiones, el " A rt icule IL Doc-
ni son capaces de tergiversarse,
la expresiôn" (63). Después de
trina de la égloga," para indicar
ni neeesitan la menor interpre-
haber -
0
haberse -
conven-
que Meléndez ensalza la ociosi-
taci6n para que todos los enten-
ci do de que la égloga debia ver-
dad de los pastores, olvida las
damos. (18)
sar sobre la vida campestre, con-
fatigas dei agricultor, no inspira
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Rev, CAMES - Série B, vo l 03 - • " 002. 200 1

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Sciences sociales cl humaines
amor al trabajo, ni alaba la in-
l'as, 0 scan zagalas, etc, Estas pcrsonas
mixta 0, mas propiamente, disi-
dustria, y deja de lado el papel
por necesidad han de tratar cosas humil-
mulada, la cual a primera vista
des, conforme a s u estado y naturalcza.
que la religi6n y la politica uni-
parece naturalisirna, pero bien
en cl modo de cxplicar sus pensamientos
das desempeiian en el manteni-
obrar àn simplcmente, acornod àndose no
examinada contiene un artificio
miento de la situaci6n en el
s610 a la sencillez natural , sino tarnbi én a
maravi Iloso" (1 1) ; y como el
campo, para concluir que "todo
las cosas dc que tratan y en que en tien-
poeta "debe perfeccionar y apar-
den, por 10 com ûn. (6)
10 que no es elogiar la vida dei
tar sus escritos cuanto le sea posi-
campo por las utilidades reales y
La expresi6n par la com ûn,
ble de la esfera de la mediania"
efectivas con que nos da el pre-
enfatizada por el autor, le permite
(12), sugiere Forner que el buen
mio de cuanto en ella se afana y
dar entrada a su concepto de la
poeta "usando dei artificio mixto,
se padece es copiar exageracio-
imitaci6n en 10 universal, porque
hara la égloga de modo que, a
nes fabulosas ya olvidadas de pu-
"el poeta esta obligado a des-
primera vista, parezca la cos a
ro repetidas" (21). Iriarte, como
cribir las personas segùn debieran
mas natural dei mundo, pero inte-
veremos mas adelante, alude di-
ser en la mayor parte de los in-
riormente ordenada con aquella
rectamente al lapas de la Edad de
dividuos" (6), idea que desarrol-
disposicién oculta que produce 10
Oro para proponer una sustitu-
lara en otros lugares .
admirable y maravilloso" (12) .
ci6n radical de esa concepciôn
Mas adelante, al hablar de la
Afirmaci6n en la que parecen
como base de la poesia buc6lica.
fabula (no en el sentido de mito 0
resonar las palabras de Boileau a
Un ultimo rasgo que Iriarte se
ficci ôn), insiste en que la "de una
Racine: "Faire difficilement des
esfuerza por subrayar -
al tratar
égloga ha de consistir precisa-
vers faci les" (cit. Poggiol i 157) Y
de su propia égloga -
es · "el
mente en la imitaci6n de la vida
que Moratin forrnulara como la
estilo elegante, bien que no re-
pastoril 0 rûstica" (7). La égloga
"dificil facilidad" (Pérez Magal-
montado, que en ella se usa" (64-
debe, como todo poema, respetar
16n, "Introducci ôn" 49-50).
5), volviendo al final a mencionar
el decoro poético, 0 sea, " una
Pasando al estilo, 10 separa en
que "no porque su estilo tiene la
irnitaciôn universal de las incli-
tres elementos: los pensamientos,
moderada elevaci6n que convie-
naciones y condiciones de los
las palabras y el numero. Para los
ne entre sujetos de alguna ins-
hombres, aplicada a determinadas
primeros, remite al decoro : cada
trucci6n" (67) la Academia ha
personas y expresadas en ellas"
cual debe hablar como quien es,
inferido que no se trata de una
(9). ASI, para imitar "la sencillez
matizando, sin embargo, que al
égloga .
de un pastorcillo" (9), se 10 repre-
tratar de personas humildes se
Insistomos en que es ahi don-
senta en la fantasia "abstrayén-
corre el riesgo de caer en dos
de radica 10 esencial dei asunto y,
dolo de las personas, a la manera
peligros : "la rigurosa imitaci6n
por ende, de la poJémica. Porque
que de la materia se abstraen los
de su condici6n, y la inverosimi-
todas las criticas minuciosas en
modos y accidentes, conternpl àn-
1itud" (13). Si los pastores habla-
que se extiende Iriarte no ten-
dolos el entendimiento solos por
ran como quienes son, " las églo-
drian mayor trascendencia si se
si, sin tener respeto a la materia"
gas serian los ejemplos de la ru-
respondiera a esas preguntas de
(9), en un proceso que parece
deza y barbarie" (I 4), de modo
modo opuesto, y porque otras
tener mas de racional que de
que aconseja, muy horaciana-
ideas que expresa Iriarte sobre la
sensible, con 10 que no se acerca
mente, el justo media que con-
égloga son comunes a las que de-
demasiado a 10 que es la creaci6n
siste en "perfeccionar la natura-
fiende y desarrolla Fornet, tales
melendeciana. Pero esa imagen
leza, describiendo estas gentes
el car àcter dramàtico dei poema 0
de la fantasia debe api icarse a
sencillas con toda la sencillez que
la mezcla de canto y dia logo.
ciertas personas, y éstas solo pue-
pueda caber en ellas; pero con
Tomando el toro por los cuer-
den ser 0 nobles 0 plebeyas. Es-
sencillez discreta, de modo que
nos, Forner plantea desde el co-
tas ùltirnas, 0 rùsticas 0 urbanas.
sus pensamientos, ni se hagan in-
mienzo de su Cotejo, obra casi
Puesto que de las ûltirnas se ocu-
verosimiles por 10 agudo y bril-
tan primeriza como la égloga de
pa la comedia, las primeras que-
lante, ni enojosos por 10 salvaje y
Meléndez, un intento de defini-
dan reservadas para la égloga,
rudo" (14). En cuanto a las pala-
ci6n precisa de 10 que es la églo-
"que por esto se reduce al género
bras, afirrna : "La vida r ùstica es
ga:
corn ico" (10). La constituci6n
sencilla ; la égloga imita esta
puede ser natural 0 artificial, pero
sencillez en los pensamientos de
Es poema, unas veccs drarn àtico, las
"hay todavia otra especie de
las personas ; y, par consiguiente,
mas mixto. Las personas que Jo cornpo-
nen son humildcs pastores, zagales, nin-
constituci6n que se puede Ilamar
deberà también imitarla en las
Rev. CAi\\IES - Série 13, vol. 03 - W 002, 2001
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Sciences socia les el humaines
_
palabras con que se explica" (14).
vida dei campo , a la manera en
por esta operon , esta mezclando
Por ultimo, al referirse al nu-
que 10 entie nde el autor de las
en su concepc i ôn de la égloga 10
mero, distingue entre prosaico y
Refl exi anes ? i. D6nde ha encon-
que en Virgilio aparece separado
poético, para concluir que, puesto
trado 1riarte que los personajes de
en dos libros, Bvcalica y Gear-
que la égloga pertenece al género
una égloga pueden ser un labra-
gicon . Y con esa fusi6n mental
c6mico, debe utilizar las voces
dor rico y un caba llero cortesano
puede re lacionarse asimismo la
propias de la comedia, pero "tie-
retirado a la aldea ? i. En quién ha
defensa de un esti 10 elegante para
ne que mantener necesariamente
visto que el estilo de las églogas
LIna égloga , pues es bien sabido
el carâcter poético" ( 15), es decir,
puede ser e levado ? Lâzaro Car-
que, ya en la Edad Media, en la
que no ha de ase meja rse a la
reter 10 ha formulado magistr al-
expos ici6 n y ensefianza de los
prosa, "po rque es poema ; la co-
mente : "Los mayores y mas fun-
tres estilos, Virgilio enc arn aba
media, al contr ario, porque casi
dados reproches que Forner hace
los tres con sus tres obras, iden-
no es poema" ( 15).
a su enemigo se basan en haber
tifi c ând ose como el humilde con
El caràcter es "aquel aire sin-
faltado a esta clara distinci6n, en
Jas Églogas, e l mediano con las
gular y propio que distingue un
haber desencajado la Égloga de
Ge ôrgicas, y el s ublime con la
poema de un razonamiento pro-
los verdaderos limites de i géne-
Eneida. Podrfa haber reforzado la
saico" ( 17), afirrnn, pero en cada
ro" (XXXI).
j ustiftcaci6 n dei estilo elevado el
uno de los poe rna.. "e l car àct er es
Suponer que existe a 10 largo
hecho de que Minturno situara la
diferente segù n 10 sea n los co-
de la historia una so la concepc i6n
buc61 ica y pastoral en el grupo de
lores [0 figuras de palabra] de
de 10 que debe ser la égloga es
la épica, aunque para él eso s610
quien resulta" (17). Concluye, sin
esperar 10 excusado . Ni siquiera
significaba escrib ir en el estilo
embargo, subra-yando que juzga r
se dispone de la autoridad de
"c he prosa commun mente si no-
el estilo de una co mposici6n es
Arist6te les para basar una opi-
mina" (cit. L6pez Estrada 439) .
tarea no f àcil, porque "requ iere
ni6n que quie ra tener visos de
Claro que el estilo en que esta
un grande cono-cimiento dei bel-
indiscutible . La noci6n que lIega
conceb ida la Égloga IV virgiliana
la, en general, y de i bello po ético
al Renacimiento, reelabora ésta, y
podria se r otro eje mplo al que
en part icul ar, y una dil igente
alcanza el XVIII, ha sido estu-
remitirse para ju sti ftcar un modo
lectura de los mejores poetas,
diada por L6pez Estrada (424 -
expresivo que no es propiamente
hecha co n mucha observaci6 n"
77), Y s u expos ic i6n per mite
el humilde.
( 17-8).
constatar la variedad de matices
Pérez Maga ll6n ha subrayado
Laza re Ca rreter (X XIX) h a
-
dentro de una unidad esencial
c6mo durante el XVJlI s61 0 Ma-
intentado encontrar en el Co tejo
-
que a 10 largo de los siglos ha
ya ns esta blece cierta diferencia
una expresi6n clara dei precepto
recibid o el intento de del imita-
entre la égloga y la buc61i ca (E n
horaciano de 10 utile dul ci, pero
ci6n dei género. Las ideas expre-
toma 179). La primera "es una
Forner apenas, muy apenas, roza
sadas por Forner se aj ustan con
rep re sent ac ion de la vida p as-
el primera para insistir sobre todo
gra n fidelidad a las definiciones
toril ' (1 : 304), ejem plificada por
en el segund o, ya que ahi se
contenidas en numerosos autores
Te6cr ito, Virgilio y Garcilaso: y
diferencia radicalmente de Iriarte
de poética y ret6rica, desde Esca-
la seg unda, " una representaciàn
y responde mucha mej or a la
ligero, Herrera 0 L6pez Pinciano,
de la vida de I labrador perf ecto "
composici6n de Meléndez : el fin
hasta Luzàn y Fo ntenelle -
a
( 1 : 304) , tal y como se halla "en
de la égloga es deleitar y recrea r
pesar de ciertas crfticas puntuales
los Iibros Buc ôlicos [tal vez sea
los anirnos de los lectores. A
- , pasando por Boileau y el Ho-
un
e rro r
po r Ge ôrgic os] de
.partir de tales supuestos, la critica
racio de
Francia. Sin embargo,
Virgilio" ( 1 : 304), que no son
que Forner le endosa a Iriarte se
para encontrar el origen de las de
exactamente 10 mismo que los li-
desprende por si misma.
Iriarte es precisa indagar un poco
bros de Marco Varron ; y al ha-
Como puede colegirse fàci l-
mas alla. Cuando j ustifica la pre-
blar de i tipo de narr acion que
mente de las ideas que ambos ex-
sencia de un labrador rico y un
debe caracterizarlas afirma que la
presan en sus respecti vos escr i-
ciud adano retirado, puede estar
de la buc61 ica "de be ser sencilla,
tos, Iriarte y Forner estàn hablan-
simp lemen te ampliando el aba-
adornada de semejanzas dei cam-
do de dos tipos de composiciones
nico de posibles personajes buc6-
po y de bellezas natural es" (1 :
que no son la misma, aunqu e
licos : posibilidad abierta al acep-
346), en tanto que la de la ég loga
reciban el mismo nombre. i. Des-
tar a los pescadores y a los caza-
ha de ser " naturalrnente discreta,
de cuândo la ég loga trata de la
dores, 0 tal vez, y nos inclinamos
hermoseada de semejanzas pasto-
28
Rev. CAM ES - Série B. vol. 03 - W 002. 200\\

- -
- --
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- -
Sciences soc iales el humaines
riles" (1 : 346). Pero es dificil su-
hombre tiene razone s fisicas y
mo, para él es evidente que "el
poner que ahi haya encontrado
demostrabl es para creerse feliz en
poeta" que aparece en "Batilo"
Iriarte justificacion sufïciente pa-
la vida dei campo " (67). Refi-
no ha podido quedar convencido
ra introducir en su égloga las
riéndose a 10 limitado de la églo-
de las ventaj as de la vida pastoril
innovaciones que encontramo s.
ga premiada, cree que asi no po-
campe stre . Para Iriarte, el ejern-
Sin embargo, y aunque resulta
dra "nunca Ilegar al corazon, ni
plo por si mismo, que es 10 que
muy problern àtico hallar en los
menos persuadir al entendimien-
subraya Meléndez, no puede dar
tratadistas 0 te éricos de la poesia
to" (21). De esa manera esta ela-
lugar a la persuasion. Iriarte no
elementos que ju stifiquen la posi-
ramente formulada la idea iriar-
encuentra razones para estar con-
ci ôn de Iriarte , mas import ante
tiana : persuadir al entendirn ien-
vencido. El " poeta" de la égloga
resulta averigu ar las razones que
to, aunqu e sea pasando por la
melende ciana , por s u part e, 10
tiene para defenderla . Y es que
conrno ci ôn de los afectos. El ob-
que hace es observar y sentir una
para él solo un co nce pto mas
jetivo de la égloga debe ser unir
realidad convincente por si mis-
amplio de 10 que es la ég loga le
10 ùti l y 10 agradable para con-
ma. Ya 10 hab ia visto Quintan a,
permite desarrollar un elogio de
vencer por medio de argumentos
cuand o escribia en la Vida de
la vida dei campo que incluya 0
racionales de la ventaja que tiene
Meléndez:
ace pte como elementos centrales
la vida dei campo sobre la vida
" Los pastores de Iriarte controvicrten
la capacidad retoric a y racional
de la ciudad. Y precisamente por-
su arg umente, y uno de elles da a su
de los person ajes -
cosa muy
que de 10 que se trata en su opi-
co rnp aüer o un a leccion de econom ia
dificil con pastorcillos simples,
niôn es de conve ncer racional-
dorn éstica y aun de moral : los de
tiernos y naturales -
asl como la
mente, puede com ent ar sobre
Meléndez s icnten, y la expresi6n de su
sentimie nro y de s u alegria... cs e l mas
vision ilustrada de la vida agri -
" Batilo" que el poeta que aparece
bello elogio de la naturaleza campestre y
cola. Corno ha apuntado Sebold ,
al final de la misma "no pudo olr
de la vida que se di sfruta en ella" (ci l.
es muy posible que Iriarte fuera
cosa que verosimilmente le afï-
Cotare lo 226). y si bien esa actitud de
consciente "dei agotamiento ar-
ciona se a la vid a dei campo"
Ir iart e
no
le
permite
va lora r
adec uadarnente la égloga de Mc léndez,
tistico de la égloga" (Rapto 236),
(35), 0, como dice antes, "los
es la base so bre la que se cim icnta su
o tal vez es probable que no viera
pastores no se 10 dicen en tér-
modo personal de ac-tualizar el género.
en su forma tradicional el género
minos capaces de convencerle"
En su calidad de poetas, es cierto 10 que
adecuado para des arroll ar sus
(16). Pero debemos subrayar que
afir rna Palacios al decir que son "d os
hondas convicciones ideol ôgicas
el mismo Iriarte afia de que (0 da
rnaneras de concebir la poesia frente a
frente " (57) .
y poéticas. Forner, como teoriza-
por supue sto que) ese personaje
dor -
incompleto -
de la po é-
es un " poeta racional" ( 19). Es
Sin ser e l de Iriarte un poema
tica de Meléndez, no tiene ningu-
por tanto l ôgico que, al encontrar
de contenido esencialmente ilus-
na necesidad de presentar 0 de-
reparos al plan de la ég loga de
trado , son evide ntes algunos te-
sarrollar una nueva concepcion, 0
Melénde z, uno de ellos sea que
mas propio s de la poesia de la
una concepciôn novedo sa, de la
no ha puesto a1 fina lias prin-
Ilustraciôn . Pues, como afïr ma
égloga. Todo 10 que hace Me-
cipales razones que deben con-
Palacios al comparar la égloga de
léndez se encuadra perfectamente
vencer 0 persuadir al entendi-
Melénde z a la de Iriarte, " repre-
en la tradiciôn bucoli ca, Y 10 nue-
miento, "pu es, seg ùn buena reto-
se nta una actitud il suya mas
vo melendeciano sigue ca mi-nos
rica, debia esperarse que estuvie-
ilustrada respecto al hccho pas-
que no ponen en tela de jui cio la
sen reservados para aquel lugar
toril " (57). He aqui algunos ch:
noci ôn misma dei género segù n
los argumentos mas eficaces a
esos temas: la descri pcion-denun-
las aproximaciones tradicionales.
favor de la vida dei campo" (15-
cia de la situacion dei campesino
6).
(47a) ; el ataque contra el ocio e
Dos ESTRATEGIAS PARA
En otros términos, parece que
improdu ctividad que caracteri za
LA ACTUALTZACTÔN DEL
para rriarte la égloga es una ver-
a la "e levada clase" (49a) ; la
GÉNERO
sion en verso de un discurso po-
concep ciôn
de
la agricultura
Iitico regido por las leyes de la
co mo fuente esencial de la feli-
En
sus
Rejl exion es Iriarte
ret ôri ca que, si bien utilizan los
cidad ergo riqueza de los paises
muestra clarament e por d ônde va
afectos, es con el fin superior de
(49b) ; la prornocion de las diver-
su concepto de la poesia y, mas
la persuasi on 0 convencimiento,
siones populares en consonan cia
en concreto, de la égloga: " pro-
objetivo éste que se situa en el
con las ideas de Jovellanos como
bar... , la solida doctrina de que el
terreno de la raz ôn. Por eso mis-
sustituto de los vicios cortesanos
Rev. CAMES - Série B, vol. 03 - W 002, 200 1
29

Sciences sociales el humaines
_
(49b-c) ; la importancia de la
dro y describiéndolo. Por eso nos
dice:
ganaderia (49b), el comercio y la
parece muy oportuno el comen-
navegaciôn (50a) para el desar-
Esas grata s im àgenes pueden servir
tario de Cano Ballesta cuando
de pasariempo vano a quien no se figura
rallo de los pueblos; el elogio deI
escribe : " Yo diria que Iriarte esta
que expir6 la lel iz edad de oro jarn âs el
monarca por su politica ilustrada
evocando un ocaso muy proxirno
coraz6n se satisface si delicias no goza
(50a). Jnteresante seria detenerse
a los que sol fan pintar un sigle
verdaderas; y de cuerdas razones cre i
a analizar esas ideas segùn el
después los impresionistas" (14).
que tu con sejo abundaria antes que de
pomposas descripciones,
hijas de la
contenido 0 la intenci ôn de clase
Aunque mas bien parece que la
fecunda fan-tasia. (48a)
que las guia, es decir , su car âcter
naturaleza esta en su poema co-
"propagandista."
mo vista a trav és de otro arte, que
La actitud de Iriarte resulta
-
de 10 dichosos que son los
en este casa es la pintura. No la
evidente : el mito de la Edad de
campesinos que asumen y acep-
realidad, sine la version pasada
Oro, el sueüo de una Arcadia en
tan su papel social sin plantearse
por el pincel de algùn diestro
la que el hombre era inocente,
la justicia 0 injust icia de su si-
artifice pintor. Cuando Albano
libre, due üo de 10 que le rodeaba,
tuacion 0, mejor, sin querer mo-
defiende los limites de la poesia
feliz, ha muerto. De él solo queda
dificarla. El labrador debe estar
porque intenta, pintar milagros
1iteratura, " pomposas descri pcio-
contento con su estado porque es
que pintar no puede" (48a) esta
nes" salidas deI cerebro de los
una pieza mas --- esencial, sin
-
mas alla dei tôpico horaciano
poetas. La realidad se impone y
duda -
en el rr.ecanisrr o de la
ut pictura poiesis -
proporcio-
exige satisfacciones verdaderas .
vida econ ôrnica y social. Por eso
nàndonos tal vez la clave de su
Por tanto, inùtil sera recurrir a las
Albano reiaciona inmediatamente
percepciôn de la realidad. Sus
bellas imàgenes de que esta Iiena
la producci ôn del labrador satis-
protagonistas son individuos ra-
\\a literatura pastoril; el presente
fecho
con el fabricante, que
cionales, en efecto, mas que seres
exige "cuerdas razones" que de-
" valo r aumenta" a los productos
tiernos y sensibles -
10 que no
muestren y convenzan al cam-
agricolas , y con el comerciante,
impide considerar a su autor
pesino que debe seguir vinculado
"diestro navegante" que los colo-
como ser sensible, claro. El la-
a su tierra . De la Fior sostiene
ca en los diferentes mercados .
brador rico y el caballero de la
que la pastoral dieciochesca vehi-
Por otra parte, Albano uti1iza
ciudad que se retira a vivir al
cula "mas ideologia
para convencer a Sileno el hecho
campo conversan, sin embargo,
vinculada al humanismo agri-
de que el que ama la vida cam-
como si estuvieran en el gabinete
cola ... que al esplritu del Informe
pestre en la naturaleza "sus sen-
de Iriarte ante algunos cuadros
librado por Jovellanos" ("Arca-
tidos fisonje a" (47b). Sin embar-
delicados, y no en medio de la
dia" 138). TaI afirrnaci ôn ha sido
go, de entre los sentidos que pone
naturaleza, impregnàndose senso-
rebatida por Cano Ballesta, quien
en juego Aibano, une destaca
rialmente de la realidad que los
ha establecido con toda contun-
sobremanera, la vista: "Un delei-
rodea.
dencia y razon que "Iriarte no se
te recibe cuando tiende la vista
Hemos reservado hasta aqui el
ha entregado a un evasivo uto-
por las fértiles campinas" (47b),
topico de la Edad de Oro porque
pismo pastoril" (21) sino que "es-
se ve un arroyuelo manse (no se
es un evidente punto en corn ùn,
ta situando su égloga en esferas
oye) "que desciende" (47b) ; un
en el que ambos poetas divergen
pr ôxirnas a la realidad socio-
cultivado huerto en el que flore-
hasta enfrentarse absolutamente.
econômica" (21).
cen toda clase de plantas; la an-
Tiene razon Cano Ballesta cuan-
Con una actitud completa-
churosa alameda "ve retratada"
do afirma que el poema de Iriarte
mente opuesta, Meléndez crea en
(47b) ; la angosta vereda "apenas
"se desarrolla dentro dei marco
"Bati lo" una naturaleza placen-
se descubre en el sem brada por
bucolico, beneficiandose de su
tera, amistosa, tranquiJa, igualita-
partes matizado" (47b). Es cierto
prestigio y ateniéndose a las for-
ria. El espacio en que se mueven
que poco después menciona los
mulas deI género pastoril" (12).
sus pastores es arcàdico, es decir,
"arom àticos olores " (48a) y "/os
Pero veamos c ôrno considera el
pertenecen de pleno derecho a 10
gorjeos olvidados" (48a) . No
topos arc âdico, En respuesta a los
mas convencionaI deI género . Por
obstante, da toda la impresi ôn de
primeros elogios que Albano lan-
10 tanto , no es de extrafiar que
que Jriarte no observa la realidad.
za sobre la vida campestre, Sile-
Batilo comente :
AI hablar de la puesta deI sol
no, el rico labrador de la égloga
A si Tirsi decia que la primera gente,
(48a), mas bien parece como si
de Iriarte que quiere dejar el cam-
corno agora vivimos los pastores, por los
estuviera contemplando un cua-
po para instalarse en la ciudad
campos vivla en la edad inocente, antes
30
Rev, CAM ES - Série B, vol. 03 - N° 002 , 2001

- - - - - -
Sciences sociales el humaines
que dei verano los ardoresmarchitaran
se podria ver "corno el corolario
cione aquel arte exqursito que a
las flores ; cuando la encina daba mieles,
dei comienzo de la primera églo-
un breve gusto la salud pospone"
y leche el rio ; cuando dei scüorio los
t érrninos la linde aùn no cortaba, ni se
ga garci lasiana" (1 : 227) . Ade-
(48b) ; el ciudadano envidia el fa-
usaba el dinero, ni se labraba en dardos
mas, la presencia de elementos de
cil sueüo dei campesino; el ocio
de acero. (l77b)
Teocrito, Virgilio, Horacio, Gar-
urbano de la elevada clase da lu-
cilaso y Fray Luis de Le6n es mas
gar a complexiones malsanas; la
Es cierto, por otro lado, que la
que evidente. Imitar sin espiritu
mujer de la ciudad debe recurrir
égloga "Bati 10" no acoge la serie
servil, con afan de superacion , a
al campo para encontrar un ama
de motivos ilustrados que desta-
los clasicos, antiguos, renacen-
de cria ; el traje de los cortesanos
can en la de Iriarte. Dice Palacios
tistas y conternporaneos, es una
es superfluo y Ilega a la extrava-
que, [e]n Meléndez se sigue aqui
labor tan actual y actualizadora
gancia; el estilo urbano es artifi-
la noci6n tradicional de la pas-
como la de escribir poemas ilus-
cioso ; los sentimientos desinte-
toral clàsica, aunque adobada en
trados.
rés, amistad, amor 0 cari no son
algunos momentos con ideas ...
Sostiene de la Fior que la
mas puros en el campo ; en la ciu-
que nos hablan de un nuevo es-
égloga es "género cuya forrnu-
dad hay nocivas distracciones, en
pîritu" (57), pero esos momentos
laci6n abstrae (0 suele hacerlo) la
tanto que el labrador trabaja, pro-
no los encuentra el critico en
idea de la ciudad, ya que el
duce y esta contento; por ultimo ,
"Batilo." Por el contrario, casi se
tiempo ideal que disefia es un
la vida rural ofrece diversiones
podria afirrnar que se expresan
tiempo previo a la dialéctica
sanas e inocentes . Uno podria,
mas bien ideas que pueden pare-
ciudad/campo" ("Arcadia" 138).
con todo derecho, dudar que esos
cer 0 interpretarse como clara-
Pero parece olvidar dicho critico
argumentos convenzan a quien
mente anti-ilustradas, 10 cual tarn-
que, como recuerda Herrera en
habia dicho que queria irse a "un
poco implica caer en el huma-
sus Anotaciones, Quintiliano ha-
pueblo donde reina el lucimien-
nismo agricola . AI elogiar su pro-
bla comentado ya que "aquella
to, ! la cuita urbanidad y, en fin,
pia vida como pastores, Batilo y
musa rùstica teme el trato ciuda-
la vida i cornoda al mismo tiern-
Arcadio no tienen el menor re-
dano y solamente se satisface con
po y divertida" (47a).
paro en dar rienda suelta a su
el campo" (475); que, por otro
Los pastores de Meléndez son
"rnenosprecio" de la marina y de
lado, la Égloga 1 de Virgilio
tan felices que no necesitan que
la navegaci ôn :
plantea claramente la contraposi-
nadie les explique 10 maravillosa
ci6n, cuando dice Titiro :
que es la vida dei campo. Ellos
Mejor es la ga/ana vega, Arcadio,
mismos expresan su rechazo de
con planta hollar segura, tras mis mansas
Vr bern
quarn
dicunt
Romam,
corderas, que el ver navios ni borrascas
la ciudad, de las riquezas, dei al-
Meliboee, putaui stultus ego huic nostrae •
fieras. (176b)
boroto ciudadano, bien por sensa-
similem, quo saepe solernus pastores
ouiurn teneros depellere fetus, (19-21)
ciones personales, bien por la ex-
La acusaci6n de Iriarte contra
periencia de otros que han pasado
el vencedor dei concurso se jus-
Y, sobre todo, que la bucolica
por su bosque . Las imàgenes mas
tificaria plenamente. Lo que su-
renacentista fundirà a Te6crito y
radicales las expresa Arcadio
cede es que Meléndez no esta in-
Virgilio con Horacio , y en espe-
contando 10 que dijo el sabio EI-
tentando escribir un poema ilus-
cial su Beatus ille, de manera que
pino: i Qué cosas no decia, des-
trado, sino que todo su esfuerzo
la presencia de la ciudad sera te-
pués, de los arteros ciuuadanos !"
se centra en la mejor y mas per-
ma frecuente en la prcduccion
(176b) : hipocresia, envidia, am-
fecta imitaci6n de la égloga ela-
buc61ica desde entonces. Por ello,
bici6n criminal, indecencia, inte-
sica y renacentista. Como prueba
la contraposicion campo-ciudad
rés, "esto contaba Elpino de la
de ello, basta recordar c6mo De-
que es topos tradicional, pero que
ciudad, después que al campo
merson llarno la atenci ôn sobre el
también se impregna de connota-
vino" (176b).
tipo de estrofa y de esquema de
ciones actuales, esta plenamente
Es probablemente cierto tarn-
rimas elegido por Meléndez para
subrayada en ambos .
bién que su poema "Batilo", que
"Batilo," tomados de la ÉgJoga Il
Para Iriarte, el fil6sofo ciuda-
es el primera con que se muestra
de Garcilaso, versos 38 a 76, "en
dano puede conocer y explicar la
en la escena p ùblica espafiola no
el pasaje en que Salicio para-
vida de los animales 0 de las
contie ne la variedad de irnàgenes
frasea el Beatus ille" (1 : 225) ; e
plantas, pero no las contempla; la
que tendran otras composiciones
incluso ha apuntado que el verso
comida dei campo es mas sana:
suyas posteriores. Pero 10 verda-
inicial de la égloga melendeciana
"Dejernos que sus viandas infi-
deramente conternporaneo de
Rev. CAMES - Série B, vol. 03 - NO 002, 200\\
31

Sciences sociales el hum aines
_
Meléndez, 10 que convierte su
todos los detalles reales de la es-
vertido en el sig!o XVIII en un
poema en un texto de tremenda
cena que contempla" ("Pr610go"
simple artificio, en un elemento
actualidad en el ultimo cuarto del
45).
decorativo que adorna bien los
XVI II, es la forma desbordante
Volviendo a las preguntas que
salones 0 sirve de materia para
por medio de la cual construye un
hacfamos al comienzo de este tra-
las figurillas rococ6. (La revisi6n
mundo en el que las sensaciones,
bajo, tal vez estemos ahora en me-
crîtica a que ha somet ido de la
10 sensorial, domina todo el con-
Jores condiciones para responder-
FIor ["Convencionalismo" 58-64]
junte. Antonio Tav ira, ju ez en el
las. Curiosamente , Palacios lanza
tales aproximac iones a la pastoral
concurso, afirrnaba que la égloga
sobre Meléndez una de esas
dieciochesca es esenc ial para un
"olia toda a romillo" (cil. Pala-
"acu sacione s'' que no dejan de
mejor conocimiento de la mis-
cios 59). Esa sensoria lidad que
resultar sorprendentes, pues dice
ma.) Sin embargo, desde la "Ar-
Palacios ha resaltado clararnente
de él que " no pudo nunca des-
cadia" italiana hasta los poetas de
"U na y otra vez se vuelve a la na-
prenderse de la hojarasca pasto-
principios deI XIX (por no ex-
turaleza con un profundo goce de
ril" (58). GNo resultan familiares
tendernos mas alla) se s igue cul-
los sentidos" (59), subrayando la
estas palabras, aplicadas en otro
tivando el género pastoril. Y no
presencia de las sensaciones olfa-
tiempo a la actitud cervantina ha-
por razones tan superficiales, pre-
tivas. Y precisame nte no aparece
cia el mismo género ? En el ar-
cisamente en el siglo moderno
ese aspecto debidarnente sefiala-
ranque de su hermoso, aunque ina-
por excelencia. Raz6n, sensaci6n,
do en el Cotejo de Forner , excep-
cabado libra, Poggioli escribe :
experimentaci6n, ciencia, ti loso-
to que entendamos que a eso se
fia, G todo eso se ria compatible
refiere cuando habla de las im à-
The
psychologi cal
root
o f the
con un género exc lusi va mente
genes que debe utilizar el autor
pastoral is a double longing after inno-
superficial y ornamental ? Es
cence and happiness, to be recovered not
de églogas , 0 la sencillez embel-
through conversion or regeneration but
dificil aceptarlo.
lecida que debe caracterizar la
merely
through
a
retre at.
By
Si en el Renacimiento el mar-
expresion de sus personajes. Sin
withdrawing not [rom the world but lrom
co pastori 1 era el mas adecuado,
embargo , nos parece importante
' the world.' pastoral man tries to achieve
el ùnico en que se podia des ar-
a new lire in imitati on of the good
subrayar que, mientras Luzan se
rollar una casuistica y una psico-
shepherds or herds, rather than of the
limita a afirrnar que el estilo bu-
Good Shepherd of the Sou1. (1)
logta amorosa acorde con el neo-
c61 ico "ha de ser fàci l, natura l,
platonisme de la época, integran-
tierno y suave" (549), Buriel se
Esa bùsqueda, ese anhelo de
do religi6n y amor en el contexto
atreve a ir mas alla para sostener
inocencia y felicidad, Gtiene tiern-
mas prapicio para ello, el siglo
que " las compar aciones se toman
po y lugar, 0 forma parte de la
XVIII seguir à recurriendo al
de las cos as mas sujetas a los
esencia misma dei ser humano?
misrno escenario para situar en él
sentidos pastoriles, como de las
y si es consustanci al a él, G pue-
otras preocupaciones, otros inte-
fuentes, yerbas, ganados , ârbo les,
de desaparecer ? Y si no, Gq ué
reses , otras visiones dei mundo
aves, etc." (195). En otro contex-
mucha que ese deseo se plasme
que, éstas también, encuentran en
to, Sebold comparaba ya una ana-
literariamente en textos buc61icos
el bosque arc àdico su lugar id6-
cre6ntica melendeciana ("El arro-
mientras el género se valora y se
neo. Queremos 0 debemos insis-
yuelo") con otra de Villegas para
respeta?
tir en que aqui el campo 0 el
poner de relieve c6mo en la dei
En la pastoral renacentista de
escenario rural no es s610 el tel6n
primera "se nombran el oido y la
la que Cervantes esta impregnado
de fondo de las quejas amorosas
vista, y estos sentidos, junto con
y cuya presencia persiste en él
de los pastores. La trascendencia
el tacto . .. y el gusto ... contribu-
hasta su muerte, el arnbito arca-
religiosa deI campo en la pasto-
yen a la representaci6n de una
dico tiene dimensiones filo so-
ral dieciochesca sobresale entre
naturaleza dinàrnica y viva ...
ficas demasiado profunda s como
otros asuntos de gran significa-
todo ello debido a la observaci6n
para considerarlo un mero as-
ci6n, aigu nos de los cuales ya se
sensuali sta lockiana en un poeta
pecto formaI 0 convencional. Eso
han visto mas arriba. Ha esc rito
que consideraba al filosofo inglés
ya 10 puso de relieve hace tiempo
de la Fior que "la identificaci ôn
como una de las lecturas mas
Américo Castro, y en esa linea
que se realiza entre la pastoril
importantes de su vida" ("Pr610-
han seguido otro s crfticos . Sin
dieciochesca y la ideologia cris-
go" 44), subrayando el natura-
embargo, a juzgar por una opi-
tiana tampoco resulta ... una for-
lismo de Meléndez y "la delicia
ni6n como la de Palacios, parece
mulaci6n ajena a la tradicio-
con que se demora . .. en describir
ser que 10 pastor i1 se ha con-
nalidad" (138) . G C6mo va a re-
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Rev, CAMES - Série B. vol. 03 - W 002. 2001

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Sciences sociales el huma ines
sultarlo, si el género es en si la
vencionalidad de la literatura pas-
cuando nos movemos en el ter-
tradici én ? Sin embargo , al decir
toril es plantear el estudio e inter-
reno de la ficcion, y porque el
religiosa no hay que entenderlo
pretaci ôn de los textos literarios
género que se muestra mas con-
en el sentido cristiano 0 en el
pastori les, en este caso, en unos
vencional es el que expresa con
pagano cristianizado dei neo-
términos absolutamente ajenos a
mayor claridad y conciencia su
platonismo . En Iriarte como en
10 que es la literatura. Que la lite-
propio caràcter de artefacto fic-
Meléndez el campo es, por en-
ratura pastoril esta construida a
ticio . Fern àndez-Cafiadas ha ex-
cima de todo, la concrecion indis-
base de convenciones y de arti-
presado muy bien el sentido de 10
cutible y magnffica dei sumo po-
ficio es algo que han sabido todos
convencional, en cuanto éste crea
der de los deistas, de un pan-
los que han cultivado el género.
an agreement that coruains within
tefsmo difuso vinculado con él, 0
Basta recordar, coma recuerdan
itself the feelings, ideas, or aspirations of
dei Dios cristiano . Véanse sino
todos los que estudian la litera-
a part ieular group, country or histori ai
los versos de 1riarte cuando AI ba-
tura pastori,1 los comentarios que
period .. . These agreements do nol ne-
no trata de proporcionar a Sileno
intercarnbian Cipi ôn y Berganza
cessarily have to be expre ssed or legis-
argumentos racionales y
lated. but they are collective and strongly
mostrar-
sobre
los libros de pastores
binding nonetheless. ( 13)
le las uti lidades dei campo para
(L ôpez Estrada 446 ; Poggioli
que siga viviendo en él :
160-4). 0, yendo un poco mas
En cierto sentido, es 10 que
adelante , el modo en que Boileau
Todorov viene a resumir cuando
i No sientes c ôrno en é l la omni -
plantea el problema dei artificio
afirrna : "Un género, literario 0
poteneia dei soberano Autor dei universo
con toda nitidez en los primeros
no, es otra cosa que esa cod i-
respeto bien diverse y gratitud mas tierna
nos inspira que en las grandes ciudades ?
versos dei Canto Il de su Art
ficacion de propiedades discursi-
i. Qui én no admira la sabia providenci a
p oétique. Confronta a quien en
vas" (36), unas propiedades que,
con que envia altcrnadas estacioncs que,
medio de la égloga "entonne la
coma desarrolla mas adelante,
al curso de los astros obediente s, vege-
trompette" (2.14) con quien " fait
remiten "ya al aspecto sernàntico
tales renueva a rnillones, oculto s mine-
raies y vivientes ? (48a-b)
parler ses bergers comme on
dei texto, ya a su aspecto sint â-
parle au village" (2 .18) ; entre la
ctico (relacion de las partes entre
Al sumo Hacedor se le per-
"verve indiscrète" (13) Y los
sf), ya al pragm àtico (relacion en-
cibe en el campo , en la natura-
versos " plats et grossiers" (2.19)
tre usuarios) , ya, por ultimo, al
leza, mientras que la ciudad no
aconseja Boileau seguir a Te6-
verbal" (37). Puesto que tanto
hace sino ocultarlo . Meléndez,
crito y Virgilio, porque el camino
Iriarte coma Meléndez, en cuanto
que no pretende convencer a na-
es dificil para Ilegar a un " art
creadores (10 mismo que Forner
die por medio de argumentacio-
sans bassesse" (2.30) que sepa
coma crftico), se mueven dentro
nes mas 0 menos s6lidas, muestra
bajar a cantar a los pastores.
de las convenciones y artificios
una naturale za bella, esplendo-
Sin embargo, la pregunta que
(0 la codificaci6n de las pro-
rosa y placentera . Ciertas excla-
hay que responder es : i. cu àl es
piedades discursivas) dei género
maciones parecen emparentar la
la relaci6n entre un texto deter-
pastori l, aproximarse a sus poe-
sensaci én de los pastores con l,)
minado y las convenciones y arti-
mas exige entrar en el significado
de los mfsticos 0 contemplati-
ficio que caracterizan al género
y funciôn de cse género, no des-
vos; pero en cuatro versitos pone
en que tal texto se inscribe 0
cartarlo coma artific ioso 0 con-
el poeta en estrecha relaci6n el
quiere inscribirse ? No es nada
vencional, para ahond a. en las
campo en que se mueven y
nuevo afirrnar que toda la litera-
manipulaciones a que ambos J()
hablan Batilo y Arcadio con el
tura esta basada en convencio-
someten , porque s610 aSI puede
sumo bien:
nes y artificio. Como recuerda
percibi rse plenamente la indiscu-
Fern àndez-Cariadas,
ya decfa
tible actualidad de un género apa-
Los cielos soberanos bcndicen su
Valéry que entre las artes la
rentemente internporal.
majada, y él con sencillo celo da ben-
dici ôn al cie lo. (l77 a)
literatura es "the one in which
El lector de su tiempo sabia 10
conventions play the gre atest
que podia esper arse de una églo-
Estos pastores -
a quienes la
role" (8). Pero suponer que 10
ga por las muchas 0 pocas que
crftica ve coma dechado de artifi-
convencional es mas falso que 10
habla leido. AI situarse frente a
ciosidad- huyen dei artificio de la
aparentemente mas realista no
las de Iriarte y Meléndez puede
ciudad y de todos los aspectos
deja de ser un error de perspec-
ver con claridad 10 que hay de
negativos de la vida urbana. Por-
tiva . Porque el mismo concepto
tradicional y 10 que hay de ac-
que hablar deI artificio 0 la con-
de "falsedad" apenas dice nada
tual : 10 sensu al melendeciano y
Rev, CAMES - Série B, vol. 03 - W 002, 2001

Sciences sociales el humaines
_
10 ilustrado de Iriarte. El género
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